¿Qué es el FPS y por qué es importante en tu rutina?

¿Qué es el FPS y por qué es importante en tu rutina?

¿Qué es el FPS y por qué todos lo necesitamos?

Muchos creen que el protector solar solo es necesario en verano o en la playa. Pero la verdad es que la protección solar es un hábito diario esencial, y el primer paso para hacerlo bien es entender qué es el FPS (Factor de Protección Solar) y cómo elegirlo según nuestras necesidades.

En mi experiencia personal, usar un protector solar con FPS adecuado es crucial para proteger la piel de los daños causados por el sol, independientemente del clima o la estación. Y este hábito diario ha marcado una gran diferencia en la salud de mi piel.

“El FPS, o Factor de Protección Solar, es un indicador de la eficacia de un protector solar para proteger la piel de los rayos UVB del sol, que causan quemaduras solares y contribuyen al envejecimiento prematuro y al riesgo de cáncer de piel.”

Cómo funciona realmente el Factor de Protección Solar (FPS)

El FPS mide cuánto tiempo una persona puede estar al sol sin quemarse en comparación con no usar protector solar. Por ejemplo, un FPS 30 te permite estar al sol 30 veces más tiempo sin quemarte, siempre que se use correctamente.

Este número, sin embargo, no indica una protección absoluta. Ningún protector bloquea el 100% de los rayos UVB:

  • FPS 15: Bloquea el 93%

  • FPS 30: Bloquea el 97%

  • FPS 50: Bloquea el 98%

Aunque parezcan pequeñas diferencias, esos porcentajes extra pueden marcar la diferencia para pieles sensibles, niños o personas expuestas intensamente al sol.

FPS y protección frente a quemaduras: datos científicos

Los rayos UVB son los principales causantes de las quemaduras solares. Cuando la piel se expone sin protección, incluso por minutos, puede inflamarse, enrojecerse y arder. Estos efectos se agravan con la altitud, el reflejo del agua o la nieve, y el tipo de piel.

El FPS actúa como una barrera invisible que absorbe o refleja estos rayos, reduciendo significativamente la probabilidad de quemaduras.

Tal como cuento desde mi experiencia:

“El FPS indica cuánto tiempo la piel puede estar expuesta al sol sin quemarse, en comparación con no usar protector solar.”

Desde que uso FPS 50+ todos los días, incluso en días nublados, mi piel no se ha vuelto a quemar, ni siquiera durante caminatas largas o actividades al aire libre. Es una inversión en salud que realmente se nota.

¿Cómo el FPS previene el envejecimiento prematuro de la piel?

Los rayos UVA son los principales responsables del fotoenvejecimiento, es decir, el envejecimiento causado por el sol. Aunque el FPS se refiere técnicamente a los rayos UVB, muchos protectores actuales son de amplio espectro, lo que significa que también protegen contra UVA.

La exposición solar crónica sin protección acelera:

  • Aparición de líneas finas y arrugas

  • Manchas oscuras o lentigos solares

  • Pérdida de firmeza y elasticidad

  • Textura rugosa y opaca

“La exposición al sol es una de las principales causas del envejecimiento de la piel, como arrugas y manchas oscuras. El FPS ayuda a reducir estos efectos.”

Desde que incorporé el FPS a mi rutina diaria, mi piel se ve más uniforme, luminosa y tersa. No solo previene el daño, sino que da tiempo a la piel para regenerarse y mantenerse joven por más tiempo.

¿El FPS puede reducir el riesgo de cáncer de piel?

Sí. Los protectores solares con FPS adecuado, especialmente si son de amplio espectro, pueden reducir considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluido el melanoma, que es el más agresivo.

“La exposición prolongada al sol, especialmente a los rayos UVB, aumenta el riesgo de cáncer de piel. El FPS ayuda a minimizar este riesgo.”

Estudios han demostrado que usar protector solar diariamente disminuye la incidencia de carcinomas en personas de alto riesgo. Por eso, es un paso no negociable en cualquier rutina saludable, sin importar la edad o el tono de piel.

Cómo elegir el FPS adecuado según tu tipo de piel y estilo de vida

No todos necesitamos el mismo nivel de protección. Elegir el FPS ideal depende de tu tono de piel, sensibilidad y exposición solar diaria.

“FPS bajo (6-10): Para personas con piel muy oscura o con poca exposición al sol.
FPS medio (15-25): Para personas con piel clara a media y exposición moderada al sol.
FPS alto (30-50): Para personas con piel clara y exposición frecuente al sol, o para actividades al aire libre.
FPS muy alto (50+): Para personas con piel muy sensible o con alta exposición al sol, como actividades al aire libre prolongadas o deportes acuáticos.”

En mi caso, tengo piel clara y paso tiempo al aire libre, así que el FPS 50+ se ha convertido en mi estándar diario. Además, si voy a la playa o hago deporte, opto por fórmulas resistentes al agua.

SPF bajo, medio, alto o muy alto: ¿cuál usar y cuándo?

Una forma fácil de elegir tu FPS es pensar en tu tipo de exposición:

  • Uso diario en oficina o ciudad: FPS 30 es suficiente

  • Paseos al aire libre o deporte leve: FPS 50

  • Playa, nieve o deporte extremo: FPS 50+ resistente al agua

  • Piel muy sensible o alérgica al sol: FPS 50+ con filtros minerales

Además, recuerda que los protectores solares pierden eficacia con el tiempo, por lo que es importante reaplicar cada 2 horas, sobre todo si sudas o te mojas.

La importancia del espectro amplio y la protección UVA + UVB

Un buen protector solar no solo debe tener un FPS adecuado, sino también protección de amplio espectro, es decir, contra los rayos UVA y UVB.

  • UVB: causan quemaduras

  • UVA: causan envejecimiento y daño profundo

Busca productos que digan claramente broad spectrum o protección UVA/UVB. Hoy en día incluso hay fórmulas que incluyen protección contra luz azul (pantallas) y contaminación, ideales para la ciudad.

Técnica correcta de aplicación: cantidad, reaplicación y caducidad

El protector solar es tan efectivo como la forma en que se aplica. Algunos puntos clave que aprendí con el tiempo:

  • Usa al menos media cucharadita para rostro y cuello

  • Aplica 15-30 minutos antes de salir

  • Reaplica cada 2 horas

  • No olvides orejas, escote, cuello, dorso de manos y pies

  • Revisa la fecha de caducidad del producto

“Aplica protector solar generosamente y de manera uniforme sobre toda la piel expuesta, incluso en días nublados o cuando estés en interiores.”

Estos simples hábitos aumentan de forma drástica la efectividad del FPS.

Errores comunes con el FPS que debés evitar

Incluso personas que usan protector solar cometen errores que reducen su efectividad:

  • Usar demasiado poco producto

  • Aplicar solo una vez al día

  • Olvidar zonas claves como labios, cuello o manos

  • Creer que en interiores no se necesita

  • Confiarse en maquillaje con SPF (normalmente no es suficiente)

“Reaplica el protector solar cada dos horas, o con más frecuencia si sudas mucho o nadas.”

“Busca protectores solares de amplio espectro, que protejan tanto de los rayos UVB como de los UVA.”

El rol del FPS en tu rutina y salud cutánea a largo plazo

El FPS no es solo un número en un envase. Es una herramienta de prevención, de autocuidado y de amor propio. Incluirlo en tu rutina diaria es una decisión que protege tu salud, tu apariencia y tu bienestar a largo plazo.

“En resumen, el FPS es un componente esencial de cualquier rutina de cuidado de la piel, ya que ayuda a proteger la piel de los daños causados por el sol y a mantenerla saludable a largo plazo.”

Hoy, más que nunca, tenemos el conocimiento y las opciones para cuidar nuestra piel de manera inteligente. Y todo empieza con un gesto diario: aplicar protector solar. Tu piel —y tu yo del futuro— te lo van a agradecer.

 

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