Errores comunes que cometen los pacientes al usar protector solar y cómo corregirlos en consulta

Errores comunes que cometen los pacientes al usar protector solar y cómo corregirlos en consulta

¿Por qué es clave corregir los errores en fotoprotección?

Como cada año por estas fechas, los especialistas en el cuidado de la piel nos esforzamos para que la población entienda cómo protegerse realmente del sol. Sin embargo, pese a todas las campañas, las consultas médicas y la información disponible, siguen cometiendo errores básicos, y algunos con un impacto directo no solo en la estética sino también en la salud dermatológica a largo plazo.

Durante las vacaciones o incluso en la vida diaria, es muy frecuente observar cómo se usan de forma incorrecta los protectores solares, generando una falsa sensación de seguridad. Nuestra labor en consulta, como profesionales, va mucho más allá de recomendar una marca de protector: debemos detectar y corregir hábitos, aclarar creencias erróneas y enseñar a los pacientes cómo proteger su piel de forma efectiva.

Vamos a repasar los errores más frecuentes y cómo puedes abordarlos directamente en consulta.

1. No usar protector solar todo el año

"Dejar la protección solar solo para las vacaciones" es uno de los errores más comunes, y lamentablemente, uno de los más peligrosos.

Muchos pacientes asocian el protector solar únicamente con los días de playa o piscina. Esta percepción es completamente errónea. La radiación ultravioleta (UV) está presente durante todo el año, incluso en días nublados o fríos. La radiación UVA, en particular, penetra profundamente en la piel, y es una de las principales responsables del fotoenvejecimiento, las manchas solares y el daño al ADN celular.

La fotoprotección debe ser una costumbre diaria, durante todo el año y aunque el día amanezca nublado y sin sol evidente.
"Los rayos ultravioleta atraviesan las nubes y aunque no sintamos el calor con la misma intensidad que en días soleados, lo cierto es que nuestra piel sufre igual o incluso más, ya que la ausencia de calor hace que estemos más tiempo expuestos a la radiación nociva sin advertir del peligro que ello supone."

🔎 Recomendación en consulta:
Preguntar si usan protector en invierno o al salir a la calle en días nublados. Educar sobre el daño acumulativo y la necesidad de un protector con amplio espectro todos los días, como parte de la rutina de cuidado de la piel.

2. Escoger un factor de protección demasiado bajo

Este punto genera muchísima confusión. Aún hoy, hay pacientes que piensan que un SPF alto impide broncearse o que un SPF bajo les da un tono más bonito de piel.

"El índice de protección solar que reflejan las etiquetas nos indica la cantidad de minutos que podemos estar al sol sin quemarnos. No obstante, todavía hay mucha gente que piensa que este número está relacionado con la intensidad del color moreno, de tal manera que un índice bajo favorece un bronceado más intenso y rápido, mientras que uno alto hará que la piel no adquiera color."

Esto es completamente falso. El SPF (Sun Protection Factor) mide la capacidad de protección frente a la radiación UVB, que es la responsable del enrojecimiento y las quemaduras. Pero incluso con SPF alto, la piel puede broncearse, solo que lo hará más lentamente y con menos daño.

🔎 Recomendación en consulta:
Insistir en que un SPF 50 no bloquea el bronceado, pero sí lo hace más seguro. También explicar la diferencia entre UVA y UVB, y la importancia de un protector con amplio espectro.

3. Aplicar poca cantidad de crema y no renovarla

Este es un error que veo repetidamente. El paciente se aplica “una capita” de protector por la mañana y piensa que eso le protege todo el día.

"Otro de los errores más frecuentes a la hora de tratar de protegernos del sol es aplicar una cantidad insuficiente de crema solar. Para que estos productos cumplan su función adecuadamente, deben administrarse en cantidad suficiente."

No basta con una aplicación por la mañana, especialmente si sudan, nadan o están expuestos varias horas. Además, la mayoría de personas aplica solo el 25–50 % de la cantidad recomendada.

🔎 Recomendación en consulta:
Mostrar físicamente cuánto producto equivale a la cantidad correcta (ej. dos dedos de crema para rostro y cuello). Recordar renovar cada 2 horas, incluso si el protector dice ser “resistente al agua”.

4. Creer que solo la crema es suficiente

Una protección solar completa no se limita a la crema. Debe complementarse con medidas físicas y de sentido común.

"Creer que la crema es suficiente para evitar los daños de la radiación solar es otro de los errores más habituales en lo referente a fotoprotección. Esta conducta preventiva ha de complementarse con otras medidas de barrera, tales como ropa larga, viseras, gafas de sol, gorras, sombreros de ala ancha…"

En consulta es muy útil enseñar que un sombrero de ala ancha puede proteger eficazmente zonas olvidadas como el cuero cabelludo, la nuca y las orejas.

"Para protegernos adecuadamente del sol, debemos escoger sombreros con el ala suficientemente ancha como para proyectar sombra sobre la cara, incluyendo la nariz y las orejas."

🔎 Recomendación en consulta:
Tener ejemplos visuales de sombreros adecuados y ropa con protección UV. Reforzar el uso de gafas de sol con filtro UV 100 %.

5. Zonas olvidadas: nariz, orejas, nuca, empeines…

"Extenderse el fotoprotector es una tarea que debe hacerse a conciencia. De esta forma, hay que tener especial cuidado en no dejarse zonas como nariz, orejas, nuca, empeines, escote, cuello, hombros…"

Estas zonas se queman con facilidad y suelen ser olvidadas. El cuello y escote, por ejemplo, son áreas muy visibles que envejecen prematuramente cuando no se protegen correctamente.

🔎 Recomendación en consulta:
Usar una lista visual o diagrama para mostrar las zonas olvidadas. Sugerir pedir ayuda para zonas como la espalda o parte posterior de las piernas.

6. No revisar la fecha de caducidad

"Este es otro de los errores de protección solar que conviene no olvidar. Los cosméticos y las cremas tienen fecha de caducidad; las fotoprotectoras también."

El protector solar pierde eficacia con el tiempo, especialmente si fue expuesto al calor o mal cerrado. Muchos pacientes reutilizan el producto del año anterior sin comprobar su estado.

"Si la crema tiene un color distinto al original, su textura está alterada (muy líquida, con grumos, demasiado espesa…), huele raro o presenta los componentes como si estuvieran disgregados… no la uses."

🔎 Recomendación en consulta:
Explicar cómo leer el símbolo de caducidad (PAO – Period After Opening) y qué signos indican que el producto está en mal estado.

7. No leer las etiquetas del producto

Muchos pacientes eligen el protector por el diseño del envase o el precio, sin leer si tiene protección UVA, si es resistente al agua o si está dermatológicamente testado.

🔎 Recomendación en consulta:
Mostrar cómo identificar un protector de amplio espectro (UVA + UVB), qué significa “resistente al agua” y qué ingredientes evitar en pieles sensibles o alérgicas.

8. Aplicarlo justo antes de salir

El protector solar necesita tiempo para absorberse y activarse en la piel.

🔎 Recomendación en consulta:
Recomendar aplicar el protector 30 minutos antes de la exposición y volver a aplicarlo justo al llegar a la playa o al aire libre.

9. Exposición encubierta: día nublado, bajo sombrilla o dentro del coche

"Los rayos ultravioleta atraviesan las nubes..." y también atraviesan los cristales del coche o ventanales. Muchos pacientes creen estar “protegidos” bajo la sombrilla, pero el reflejo del agua o la arena sigue alcanzando la piel.

🔎 Recomendación en consulta:
Educar con ejemplos cotidianos. Recordar que en estas condiciones también deben usar protector solar y renovar su aplicación.

Tips adicionales: sombreros, ropa UV, cómo elegir bien

"Hay que optar por sombreros que cuenten con ala por toda la circunferencia de la cabeza y que ésta sea, como mínimo, de tres centímetros."
"El tejido más adecuado es la tela… y cuanto más tupida mejor, puesto que es la que no deja pasar la radiación solar."
"Lo mejor es decantarse por sombreros de color oscuro porque los colores claros dejan pasar mucha más radiación ultravioleta."

🔎 Recomendación en consulta:
Tener muestras de sombreros, ropa UV certificada o mostrar catálogos. Enseñar a diferenciar entre protección visual y real.

Qué abordar en consulta para educar mejor

Educar en fotoprotección no es un lujo, es una necesidad. Detectar errores comunes y corregirlos con argumentos claros y acciones específicas puede marcar una diferencia crucial en la salud de nuestros pacientes.

Cada visita es una oportunidad para hablar de hábitos solares. Y lo más importante: el mensaje debe adaptarse a la realidad de cada paciente. No todos tienen el mismo acceso, tiempo o conocimiento. Como profesionales, nuestra labor va mucho más allá de recetar o sugerir. Es enseñar a protegerse hoy… para prevenir lesiones mañana.

 

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