Hablemos del tema que en los últimos meses está en la boca de todos: la doble limpieza. ¿Qué es?, ¿Cuál es la forma correcta de hacerlo? y ¿Para qué sirve?
Ahora que eres consciente de la gran importancia que tiene para la salud de tu piel hacer una limpieza facial por la mañana y otra por la noche, llega el momento de introducir otro paso, si, leíste bien, otro paso y sino lo has hecho a estas alturas, nos referimos a: una doble limpieza. Sí, hablamos de ese hábito del que las coreanas ya nos hablaron en su famoso ritual de diez pasos y que a muchas todavía les cuesta introducir en sus vidas.
¿Para quién es la doble limpieza?
Se recomienda hacer en todos los tipos de piel, siempre y cuando se busquen las texturas adecuadas a la clase de piel y teniendo en cuenta factores como la edad, cómo es tu día a día, qué otros productos utilizas -como el maquillaje-, si pasas muchas horas al aire libre o, por el contrario, en lugares cerrados sin apenas ventilación, la época del año, el clima o los niveles de polución. Por lo tanto, si bien la doble limpieza es apta para todo el mundo, lo esencial es encontrar los productos adecuados para ello.
La doble limpieza se trata de una limpieza en dos partes, pero no por ello es más agresiva. Al contrario, la idea es segmentar las partículas o residuos con base lípida y a su vez eliminar los residuos con una base acuosa.
La primera fase
Existe una clase de limpiadores que son los más adecuados para la primera fase y otros para la segunda. En el paso inicial, se necesita un producto con textura oleosa, ideal para eliminar de manera suave los residuos que acumulamos durante el día como el maquillaje, el exceso de sebo y los filtros del protector solar.
La segunda fase
Después de utilizar el limpiador de textura oleosa, llega la segunda parte, un producto con textura acuosa, tipo agua micelar, gel o una mousse suave. Con este paso, nos aseguramos de retirar todas las impurezas, que serían las partículas contaminantes y las células muertas acumuladas durante el día. Este paso nos ayudará a regular el exceso de grasa en la piel.
Conoce los beneficios de incorporar la doble limpieza a tu rutina diaria
Los beneficios de adquirir esta rutina de doble limpieza facial son innumerables, ya que de este modo realizamos una limpieza más profunda evitando que quede sobre nuestra piel cualquier tipo de residuo; maquillaje, sudor…
Realizando esta rutina de limpieza mejoramos la textura de la piel de nuestro rostro, combatiendo el aspecto fatigado y la piel apagada, devolviendo luz y vitalidad al rostro. Además, con la cara completamente limpia conseguiremos que los productos que apliquemos a continuación se absorban más fácilmente. Otro dato importante es que de este modo prevenimos la acumulación de grasa y la aparición de espinillas provocadas por suciedad y residuos de maquillaje.
Así que ahora ya sabes, una doble limpieza es lo que necesitas para eliminar por completo las impurezas de tu piel y es la que te ayudará a prepararla para recibir todos los nutrientes de tu skincare. No esperes más para probar esta rutina de doble limpieza facial, ¡a tu piel le encantarán los resultados!