Por qué revisar los ingredientes en tu skincare
Cuando empecé a tomar en serio el cuidado de mi piel, me di cuenta de que no bastaba con elegir productos “de marca” o con promesas llamativas. La verdadera salud cutánea empieza al leer las etiquetas, al conocer qué ingredientes aplicamos a diario y entender cómo pueden afectar nuestra piel —y en muchos casos, incluso nuestra salud general—.
La industria cosmética no siempre ha priorizado la seguridad del consumidor. Por eso, hoy más que nunca, informarse es esencial. Ingredientes como parabenos, ftalatos, formaldehído, sulfatos y fragancias artificiales son comunes en muchos productos, pero están ligados a irritaciones, alergias, desbalances hormonales e incluso riesgos mayores.
Tal como resumo en mi experiencia:
“En el cuidado de la piel, es crucial evitar ingredientes como los parabenos, los ftalatos, el formaldehído, los sulfatos y las fragancias artificiales. Estos ingredientes pueden causar irritación, alergias y problemas hormonales, entre otros efectos negativos.”
Hoy te presento los 5 ingredientes que, bajo mi experiencia y respaldo científico, deberías evitar completamente en tu rutina diaria.
Parabenos: disruptores endocrinos y riesgos cutáneos
Los parabenos son conservantes ampliamente utilizados en cosméticos, champús, lociones y maquillajes. Su función principal es prevenir el crecimiento de bacterias y hongos, pero su costo oculto para la salud es alto.
Estudios han demostrado que los parabenos pueden actuar como disruptores endocrinos, es decir, interfieren con nuestras hormonas. Se han encontrado rastros de parabenos en tejido mamario humano, lo que ha levantado preocupaciones sobre su relación con enfermedades hormonodependientes.
Mi experiencia personal lo confirma:
“Parabenos: Son conservantes comunes en muchos productos cosméticos, pero pueden actuar como disruptores endocrinos y causar irritación de la piel.”
Además, su presencia puede agravar condiciones de sensibilidad cutánea, generar enrojecimiento o brotes en personas con piel reactiva. En etiquetas, aparecen como methylparaben, ethylparaben, propylparaben y butylparaben.
Hoy es posible encontrar excelentes productos con conservantes alternativos más seguros, como ácido benzoico o sorbato de potasio.
Ftalatos: impacto hormonal y cómo identificarlos
Los ftalatos son un grupo de compuestos químicos usados para dar flexibilidad a los productos y potenciar las fragancias. No aparecen siempre de forma explícita en los ingredientes, lo cual los hace aún más preocupantes.
Están relacionados con problemas hormonales, reducción de la fertilidad y efectos negativos en el desarrollo fetal. En cosmética, pueden encontrarse en esmaltes, perfumes, cremas y productos con aroma intenso.
“Ftalatos: A menudo se encuentran en productos que buscan texturas flexibles o fragancias, pero pueden ser disruptores hormonales y afectar la reproducción.”
El gran problema es que muchos productos solo listan “fragancia” o “parfum”, sin especificar si contienen ftalatos. Por eso, lo ideal es optar por cosméticos con etiquetas como “sin ftalatos” o certificados por organizaciones como EWG o COSMOS.
Formaldehído y liberadores: carcinógenos en tu piel
El formaldehído es un compuesto químico clasificado como carcinógeno humano por la OMS. Su presencia directa en cosméticos ha disminuido en algunos países, pero aún se utilizan liberadores de formaldehído como conservantes que lo desprenden lentamente.
Estos compuestos pueden causar irritación, problemas respiratorios y, a largo plazo, están asociados con riesgos cancerígenos.
“Formaldehído: Es un conocido carcinógeno y puede causar irritación en la piel y problemas respiratorios.”
Algunas de las sustancias que debes evitar (porque liberan formaldehído) incluyen:
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DMDM Hydantoin
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Imidazolidinyl Urea
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Quaternium-15
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Bronopol
Leer las etiquetas con atención y evitar estos compuestos es clave, especialmente si tienes piel sensible o condiciones como dermatitis.
Sulfatos (SLS/SLES): por qué afectan a la barrera natural
Los sulfatos, como el lauril sulfato de sodio (SLS) y el laureth sulfato de sodio (SLES), son agentes limpiadores que crean espuma. Se encuentran en limpiadores faciales, champús, pastas de dientes y más.
Aunque son efectivos para eliminar la suciedad, también eliminan los aceites naturales protectores de la piel, debilitando su barrera y dejando una sensación de resequedad o ardor.
“Sulfatos: Como el laureth sulfato de sodio, son limpiadores fuertes que pueden eliminar los aceites naturales de la piel, causando resequedad e irritación.”
En mi caso, al eliminar los productos con sulfatos, mi piel se volvió mucho más equilibrada, sin sensación de tirantez tras la limpieza. Hoy uso limpiadores suaves con tensioactivos naturales derivados del coco o la avena, que limpian sin agredir.
Fragancias artificiales: alergias y sensibilidad cutánea
Uno de los ingredientes más problemáticos y difíciles de identificar son las fragancias artificiales. Se agregan a casi todos los productos cosméticos para mejorar su aroma, pero pueden contener mezclas de hasta 100 químicos diferentes, muchos de los cuales pueden provocar reacciones.
“Fragancias artificiales: Pueden causar reacciones alérgicas y sensibilidad en la piel, especialmente en personas con piel sensible o propensa a alergias.”
Desde que eliminé productos con fragancias sintéticas, mi piel dejó de presentar rojeces inesperadas y picazón frecuente, especialmente en zonas como el cuello o el contorno de ojos. Prefiero productos sin fragancia o con aroma natural a base de aceites esenciales no irritantes (como lavanda o manzanilla).
¿Y por qué solo estos cinco? Otros ingredientes preocupantes
Aunque hoy nos centramos en cinco ingredientes clave, hay muchos otros compuestos que también merecen nuestra atención. Entre ellos:
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Triclosán: antimicrobiano ligado a resistencia bacteriana
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Aceites minerales y petrolato: oclusivos que pueden obstruir poros
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Colorantes sintéticos (CI): posibles irritantes
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PEGs (polietilenglicol): pueden estar contaminados con subproductos tóxicos
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Aluminio, talco, BHA y BHT: conservantes y cargas con potencial cancerígeno
La lista es extensa, pero empezar evitando los cinco principales ya es un paso enorme.
Cómo leer etiquetas: descifra el INCI como un pro
El listado de ingredientes en los productos se llama INCI (International Nomenclature of Cosmetic Ingredients). Aunque puede parecer intimidante, aprender a interpretarlo es clave para tomar decisiones informadas.
Consejos útiles:
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El orden importa: los ingredientes aparecen de mayor a menor concentración
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Cuidado con los nombres disfrazados: algunos compuestos dañinos tienen sinónimos
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Evita “fragrance/parfum” genérico
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Utiliza apps como Think Dirty, INCI Beauty o Yuka para evaluar productos
Este hábito ha transformado completamente mi forma de comprar cosméticos. Hoy me siento más segura de lo que aplico sobre mi piel.
Por eso ENVERA es una alternativa 100% segura y recomendada por dermatólogos, ya que al ser una marca limpia y consciente que formulan sin ingredientes perjudiciales para la salud.
Siempre opto por productos que indiquen claramente “sin parabenos, sin sulfatos, sin fragancias artificiales, sin ftalatos”, y que cuenten con certificaciones como ECOCERT, COSMOS, o Cruelty Free.
Tu piel merece productos sin riesgos
Cambiar mis productos de skincare fue una de las mejores decisiones que tomé. Y no hablo solo de apariencia, sino de salud a largo plazo. Como resumí en mi experiencia:
“Al leer las etiquetas de los productos de cuidado de la piel, es importante buscar estos ingredientes y optar por productos con ingredientes naturales y seguros para evitar posibles efectos negativos.”
Evitar ingredientes como parabenos, ftalatos, formaldehído, sulfatos y fragancias artificiales no es una moda: es una medida preventiva que puede marcar una gran diferencia en cómo envejece nuestra piel, cómo responde al entorno y cómo se mantiene saludable.
Hoy, más que nunca, tenemos el conocimiento y las opciones. Solo es cuestión de tomar el control. Tu piel —y tu cuerpo entero— te lo van a agradecer.
